¿Para qué sirve la terapia narrativa?
- Rosario Dominguez

- 26 jul
- 2 Min. de lectura
La terapia narrativa sirve para recuperar la capacidad de nombrar tu experiencia con tus propias palabras. Muchas veces sentimos que algo no anda bien, pero no sabemos explicarlo. O sí lo explicamos, pero usando ideas que vienen de afuera: diagnósticos, etiquetas, frases repetidas. La terapia narrativa propone detenerse y preguntarse: ¿esta es realmente mi historia?
Durante el proceso, la terapeuta te escucha con atención. No busca interpretar lo que dices, sino ayudarte a mirar desde otros ángulos lo que estás contando. Tal vez estás repitiendo una historia de fracaso, de culpa o de pérdida, pero también hay otras experiencias tuyas que han quedado al margen: momentos en que fuiste clara, actuaste con fuerza, pusiste límites o resististe. Esas partes también son importantes.
Una de las ideas clave es que el problema no está “dentro” de la persona, sino en la relación que tiene con ciertas situaciones. Por ejemplo, no es lo mismo pensar “soy una persona que no puede sostener relaciones” a decir “he vivido relaciones que me han dolido y me cuesta confiar”. El enfoque cambia, y con eso cambia también la forma de actuar.
La terapia narrativa también ayuda a mirar el contexto. Muchas veces lo que sentimos como “problemas personales” están conectados con mandatos familiares, experiencias de infancia, desigualdades o exigencias culturales. Al reconocer esto, se puede dejar de cargar con culpas que no te corresponden.
En la práctica, la terapia narrativa se adapta a cada persona. Algunas veces se trabaja con recuerdos importantes. Otras, con conversaciones recientes, con emociones difíciles de nombrar, o incluso con ejercicios de escritura. No hay un camino único, pero sí un compromiso real con escuchar tu historia y acompañarte a transformarla.
Esta forma de terapia no se basa en dar consejos ni en aplicar fórmulas. Sirve para que tomes decisiones con más claridad, te entiendas con más compasión y recuperes una versión de ti que no esté definida solo por el dolor. No se trata de negar lo difícil, sino de integrar todo lo que has vivido para construir un relato más justo contigo.




Comentarios